Este “Alboroto por una minifalda” se publicó el viernes 10 de mayo de 1968. Jorge Olmos Sgrosso descubrió la historia hojeando el diario; la foto que acompaña está sacada de la edición de papel de LA GACETA.
En una noche templada de otoño una joven se animó a usar minifalda en Tucumán, “al estilo londinense” y del entusiasmo que provocó en la gente pasó al susto de una persecución implacable. “Exclamaciones entusiastas, piropos en voz alta y silbidos de colectiva aprobación envolvían a una singular manifestación callejera de jóvenes y también de algunos abuelos que sacudieron su natural respetabilidad”, comienza la crónica.
Casi al estilo de “La bossa nostra” de Les Luthiers, el cronista describe luego a la joven: “De pelos largos y renegridos, un rostro llamativo como el de una cubana, un andar desenvuelto y serpenteante, ataviada con un vestido floreado cortísimo y sus piernas envueltas en medias blancas, la joven avanzaba por la galería de LA GACETA, como si ignorase que llamaba poderosamente la atención”.
Recuerdos fotográficos: 1909. Dos mil estudiantes cantan el himno por el “Mártir de Metán”“El entusiasmo juvenil fue creciendo y de pronto ella tenía una numerosa corte que la acompañaba muy de cerca, pero después prácticamente la perseguían”, añade. En Mendoza al 600 el alboroto llegó al punto culminante. Prácticamente paralizó el tránsito -en ese tiempo, por Mendoza pasaban autos; no era peatonal- y la joven debió refugiarse en un negocio, frente al cual “la remolineante multitud se congregó como si lo hubieran asaltado”.
Minutos después, ella salió del negocio, y el entusiasmo se renovó, “pero ya el alboroto estaba al borde del escándalo. Soportó hasta Muñecas, frente a la Escuela Normal, y entonces optó por tomar un taxi”.